El estrés en las plantas les puede hacer enfermar, también se le pueden producir ataques de insectos o por hongos. Se pueden producir tensiones ambientales por el calor, el frió, la sequía o las inundaciones. Se ha descubierto que las tensiones en las plantas conducen a unas respuestas inflamatorias, similares a las tensiones en las personas. Esto puede hacer que las plantas crezcan muy débiles reduciendo el crecimiento de las hojas y los tallos. También puede afectar a la forma en que las plantas producen flores o semillas. Todos estos aspectos actúan negativamente en el rendimiento de las plantas.
Cuando nuestra planta entra en estrés aparte de iniciarse una inflamación, se inicia una debilidad que es detectada por las plagas, y eso es muchas veces lo que pasa antes de la llegada de ellos.
El silicio es muy bueno para dar resistencia a la planta ante el estrés, se encuentra naturalmente en el suelo no explotado y algunas plantas vecinas de las mal llamadas malas hierbas.
Las pruebas que se han realizado de la aportación de Silicio por las hojas no han dado el mismo resultado que cuando se ha suministrado por la raíz. Ya que la planta lo absorbe mucho mejor.
Las raíces de una planta actúan mucho como los intestinos y los riñones de las personas. Las raíces absorben los nutrientes del suelo mientras filtran los desechos en aire, por mediación de las hojas.