El estrés ambiental: qué efectos produce en las plantas y cómo podemos ayudarlas.
- Julio Roldan
- hace 6 días
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En estos últimos días estamos experimentando temperaturas muy altas, lo que representa un desafío para muchas de las plantas que tenemos en nuestros jardines y huertos. Este tipo de situaciones forma parte de lo que se conoce como estrés ambiental. En este artículo hablaremos sobre cómo afectan a las plantas las altas y bajas temperaturas, así como el estrés hídrico, y compartiremos algunos consejos prácticos para ayudar a nuestras plantas a superar estas condiciones adversas.
¿Qué es el estrés ambiental?
El estrés ambiental se refiere a cualquier factor externo que altera negativamente el equilibrio fisiológico de una planta. Estos factores pueden ser:
Abióticos: como la sequía, el exceso de agua, temperaturas extremas o la contaminación.
Bióticos: como plagas, hongos, bacterias y otros organismos vivos que afectan a la planta.
A diferencia de los animales, las plantas no pueden desplazarse para protegerse de estos cambios ambientales. Por eso, han desarrollado mecanismos fisiológicos, bioquímicos y moleculares para adaptarse y sobrevivir mientras dura el estrés.
Sin embargo, cuando este estrés se prolonga o es muy intenso, las plantas se debilitan, lo que afecta su crecimiento, desarrollo e incluso su supervivencia. Además, una planta estresada es más vulnerable al ataque de plagas y enfermedades.

Tipos de estrés ambiental más comunes
Estrés hídrico
Falta de agua:Disminuye la capacidad fotosintética, provoca marchitez y deshidratación celular, pudiendo llevar a la muerte de tejidos.
¿Cómo podemos ayudar a nuestras plantas?
Para reducir los efectos del estrés ambiental y mejorar la resistencia de nuestras plantas, te recomendamos lo siguiente:
1. Nutrición adecuada y constante
Aporta nutrientes de forma regular, especialmente mediante abonos naturales y materia orgánica. Una planta bien alimentada tendrá más recursos para afrontar situaciones adversas.
2. Tratamientos preventivos (o de recuperación)
Si sabes que se avecina una ola de calor o una helada, puedes aplicar tratamientos naturales que ayuden a la planta a adaptarse. Estos tratamientos pueden estimular respuestas fisiológicas similares a la hibernación: caída parcial de hojas, acumulación de nutrientes y reducción del metabolismo. Esto le permitirá recuperarse y rebrotar una vez pasado el fenómeno.
3. Elegir las especies adecuadas según el clima
A la hora de sembrar o plantar, es muy importante conocer el tipo de clima que predomina en tu zona. Elegir variedades adaptadas al entorno local puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del cultivo.