En este post me gustaría enseñaros algunos consejos para poder retener el agua en el suelo y evitando que nuestras plantas se terminen deshidratandose. A parte de los sistemas de riego automático que si están bien instalados no tienen porque dar problemas. Hay otros que también nos pueden ayudar a las necesidades diarias de nuestras plantas.
El primero que me gustaría comentar es el uso de mulching como cubierta vegetal con una altura y materiales adecuados, lo que conseguimos es que al no dar los rayos de sol en el suelo la humedad se mantiene durante mucho más tiempo. Si lo hacemos con materiales naturales al mismo tiempo estaremos haciendo un abonado natural. Lo único que tenemos que hacer es controlar la humedad y la cantidad de materia de tanto en tanto.
El segundo método y muy antiguo que se remonta a miles de años atrás.
El agronomo Fan Shengzhi menciona la irrigacion por tarros hace 2000 años en China.
El investigador T.M. Stein considera que la técnica puede tener su origen en el norte de África y en Irán, mientras que otros autores creen que se origino en el Imperio Romano.
Son unas ollas de barro que se entierran hasta el borde dejando la tapadera que se pueda acceder, ya que hay que rellenarla con agua. ¿Cómo funcionan? Al ser de un barro poroso el agua va saliendo por capilaridad con lo que las raíces pueden disponer del agua cuando la necesiten. Las Ollas-JAMET están realizadas con arcillas que no están contaminadas por metales pesados. Es un método interesante para muchos lugares, jardines y huertos, pero sobre todo para lugares donde hay que controlar el consumo de agua, no hay electricidad y no queremos hacer un gran desembolso económico con una instalación de riego.
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