¿Por qué es tan importante la materia orgánica en el suelo, para nuestros arboles y plantas?

En estas dos fotografías podemos ver dos Magnolias. Una está rodeada por césped (gramíneas), y la otra por una capa de materia orgánica —no perfectamente equilibrada, pero mucho más beneficiosa que la anterior. Este simple contraste visual ya nos dice mucho, de qué es lo que puede estar pasando en el suelo y dentro de ellas.

Cuando empezamos a aprender sobre plantas o biología, siempre nos hablan de "alimentar a las plantas". Pero con el tiempo, la experiencia nos demuestra algo fundamental: no hay que alimentar a las plantas, sino al suelo. O mejor dicho, a toda la vida que habita en él, ya que sin ella las plantas difícilmente puedan llevar una salud y una vida adecuada.

Solemos enfocarnos en la parte aérea —lo que se ve— y olvidamos lo que ocurre bajo nuestros pies. En muchos jardines y parques, se suelen aplicar fertilizantes químicos, que sí, son más económicos al principio, pero a menudo no están adaptados al tipo de planta, suelo o estación del año. Además, siempre se aplican en proporciones estándar, como si todos los suelos y todas las especies tuvieran las mismas necesidades, o carencias.

El resultado: plantas aparentemente sanas que, con el tiempo, desarrollan carencias, enfermedades o son atacadas por plagas. Y ahí es cuando empezamos a reaccionar: aplicamos más productos, más tratamientos… sin abordar la causa real, que muchas veces está en un suelo empobrecido, desequilibrado o mal manejado.

Durante años he visto cómo muchas personas invierten en plantas hermosas y muy sanas, pero escatiman en lo más importante que es: un buen sustrato o materia orgánica. Con el tiempo aparecen los problemas, y se intenta corregir con soluciones rápidas, pero no sostenibles. Cuando hablo de tiempo pueden aparecer los problemas poco después de su plantación, o la próxima temporada.

La biología del suelo y de las plantas es compleja, y no tenemos por qué saberlo todo. Para eso están los profesionales. El problema es que no siempre es fácil encontrar a alguien verdaderamente formado en el tema, porque lamentablemente, en jardinería muchas veces se trabaja sin una base técnica sólida. Aun así, hay grandes profesionales, que aman su oficio y comprenden el valor de cuidar el suelo como la base de todo ecosistema sano.

Alimentar el suelo es alimentar la vida.

Observemos más lo que pasa debajo, no solo arriba.                                                            

Y recordemos que la calidad del suelo hoy, es la salud de nuestras plantas mañana.

Dos Magnolias, dos realidades distintas 

En estas imágenes de arriba vemos dos Magnolias:Una rodeada por césped, que compite por el agua y los nutrientes.                                     

Otra con cobertura de materia orgánica, que protege y enriquece el suelo.

La diferencia en su entorno es clave. Un suelo cubierto con materia orgánica no solo mejora la estructura y retención de humedad, sino que alimenta la vida del suelo, creando un entorno mucho más sano y equilibrado para la planta.

Recuerda: no alimentamos directamente a la planta, sino al suelo que la sostiene.